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En El Horizonte : Entrevista con Anaïs Taracena

“En El Horizonte: Mujeres Documentalistas en Voz Alta” es una serie de entrevistas de Skylight con cineastas, artistas y documentalistas emergentes que se centran en la narración ética y colaborativa con comunidades históricamente marginadas de todo el mundo. Lea más sobre la serie aquí.

Conocí a Anaïs Taracena cuando era una niña en París, viviendo con su familia que estaba exiliada de Guatemala por sus ideas revolucionarias. Nos ofrecieron alojamiento cuando el Museo de Arte Moderno nos pidió que fuéramos a proyectar nuestra película «Cuando las montañas tiemblan» junto con Rigoberta Menchú. Muchos años después, Anaïs me contó su idea para «El silencio del topo» mientras estábamos juntas en Guatemala. Nos pidió que indagáramos en nuestro archivo cinematográfico. Luego fue la productora de archivos de nuestra película «500 años» y trabajamos juntas en campañas de difusión e impacto. Tuvimos largas conversaciones sobre su película. La animé a contar la historia en primera persona porque su perspectiva era muy importante. Y ahora estrena su primer largometraje documental «El silencio del topo» en Estados Unidos, aquí en Nueva York como parte de DOC NYC. Habrán dos proyecciones, el 14 de noviembre (con la presencia de Anaïs) y el 15 de noviembre. Compra las entradas aquí.

Pamela Yates: ¿POR QUÉ HAS QUERIDO CONTAR ESTA HISTORIA? ¿CUÁL ERA SU IMPORTANCIA PARA TI?

Anaïs Taracena

Anaïs Taracena: Yo creo que esta historia llegó a mi vida porque necesitaba ser contada, son como esas coincidencias de la vida. Primero conocí a David Barahona, hermano de Elías Barahona y él fue el protagonista del primer cortometraje que filmé en mi vida. No venía de una escuela de cine, pero yo quería hablar sobre cómo el exilio atraviesa la vida de una persona.

Un año después, un cineasta y activista italiano que había filmado en Guatemala a principios de los 80, vio el cortometraje y me pasó un VHS en donde salía un testimonio de Elías Barahona en 1983, en el que denunciaba la creación de escuadrones de la muerte por parte del Estado en Guatemala.

En el 2011, conocí con Elías por la primera vez y le regalé la cinta VHS, él nunca había visto ese material y  con el tiempo nos hicimos muy buenos amigos y me comenzó a compartir momentos de su vida especialmente cuando se infiltró durante 4 años en el gobierno militar, trabajando como jefe de prensa el Ministro del interior de 1976 a 1980.

Unos años después Elías me pidió que lo filmara mientras declaraba en el juicio por la Masacre de la Embajada de España en 1980, donde murieron 37 personas. Esa masacre es considerada un parte aguas en guerra civil que duró 36 años. Elías murió dos semanas después. Su muerte fue el impulso de esta película, que desde entonces me ha llevado por los rincones ocultos de un país marcado por la guerra y los silencios que nos atraviesan como sociedad.

También creo que lo que me llevó a contar esta historia es el deseo de intentar comprender a la generación de mis padres y tratar de entender no solamente como nos ha marcado la guerra sino también como vamos heredando silencios y miedos de la  generación de nuestros padres y madres.

Para mi, la historia del Topo es insólita y en Guatemala ha sido invisibilizada, como tantas otras, casi nadie sabe quien fue Elías Barahona o que fue lo que hizo. Además, creo que se han contado pocas historias sobre como se vivió la represión durante la guerra en Ciudad de Guatemala y yo quería contar una historia urbana, porque es contarla también desde mi contexto y mi origen familiar.

Pamela Yates: ¿CUÁLES FUERON LAS DIFICULTADES A LAS QUE TE ENFRENTARON DESPUÉS DE QUE EL «TOPO», TU PRINCIPAL PROTAGONISTA ELÍAS BARAHONA, MURIÓ AL PRINCIPIO DE LA PRODUCCIÓN?

Anaïs Taracena: En realidad, cuando filmé a Elías antes de que muriera no sabía que iba hacer un documental, mucho menos un documental como este. Sin embargo, si sabía que era importante filmar su testimonio por eso le había propuesto filmarlo. 

Yo creo que el detonante para hacer el documental fue su muerte. Ahí empecé a investigar, pero me vi enfrentada a varios obstáculos, primero me di cuenta que muchas de las personas que iba conociendo durante la investigación y que eran de la generación de Elías, no querían hablar o preferían no ser filmadas. Cuando hablaba con esas personas de ciertos temas bajaban el tono de voz, cambiaba la actitud corporal. Entonces desde el principio el silencio se fue instalando como un elemento clave dentro de la película.

El otro reto es que en Guatemala muchas de las imágenes de archivo de la guerra se perdieron, fueron destruidas por la policía, o se pudrieron por el paso del tiempo. Las pocas instituciones que rescatan la memoria visual del país trabajan con muy pocos recursos. Los archivos de los telenoticieros de los años 70’s y 80’s no se pueden consultar, no hay ni uno solo, es posibles que todavía existan algunos archivos, pero deben de estar escondidos porque no hay una voluntad de sacarlos a la luz pública. Así que la búsqueda de las imágenes del pasado fue muy compleja, por eso esta búsqueda también forma parte de la película. 

Ese obstáculo, me permitió buscar archivos que fueron filmados por cineastas y periodistas extranjeros. Justamente esas imágenes se salvaron y siguen existiendo porque las cintas fílmicas no se quedaron en Guatemala. En esa época hubo mucho apoyo por parte de personas y colectivos de solidaridad, ese es el caso de Skylight Pictures con el documental “Cuando las montañas tiemblan”, que para mí, es un documental pilar para entender  la historia reciente de Guatemala. Además, el archivo fílmico de Skylight Pictures sobre la guerra en Guatemala en los 80’s es un tesoro fílmico. En el documental El silencio del Topo usamos parte de ese archivo fílmico y una entrevista a Elías Barahona que fue filmada en 1982 que es impresionante. 

Pamela Yates ¿POR QUÉ CONTASTE LA HISTORIA EN PRIMERA PERSONA? CÓMO FUE ESO?  ¿CUÁL FUE LA HISTORIA DE TU FAMILIA EN RELACIÓN CON ESTA HISTORIA DE LA DICTADURA MILITAR Y EL CONFLICTO ARMADO INTERNO EN GUATEMALA?

Anaïs Taracena: Al principio no había contemplado usar mi voz en off. De hecho, no quería para nada usar mi voz en off, pero cuando decidí integrar la búsqueda de imágenes a la película y tejer una reflexión contemporánea sobre los silencios, mi voz en off se volvió necesaria. Porque es la voz en off la que hilvana el diálogo intergeneracional y esa mirada de mi generación hacia la generación de Elías.

También creo que para mí fue importante asumir esa voz en off, porque, aunque sea una película circunscrita en un contexto histórico específico, hay una postura y hay una subjetividad en esa mirada política. Yo quería que esa subjetividad fuera asumida y visible en la película. La película fue hecha con una investigación histórica muy rigurosa, las imágenes que se ven corresponden a ese periodo de la historia de Elías como topo, se hizo mucho trabajo de investigación de archivos hemerográficos, fotográficos y fílmicos etc.

Pero en la construcción narrativa y estética de la película hay una mirada subjetiva de cómo yo entiendo la historia política y yo quería que fuera visible.

Yo vengo de un padre guatemalteco y una madre francesa, crecí fuera de Guatemala porque mi papá era exiliado político y no podía volver al país, vivimos en México y a los seis años fui a vivir a Costa Rica donde viví toda mi adolescencia. Entonces Guatemala siempre fue parte de nuestras vidas pero desde el exilio, por mi casa pasaban muchos guatemaltecos y centroamericanos también exiliados, con mis hermanas desde pequeñas oíamos hablar de guerra, de los militares, del movimiento revolucionario. Pero también había temas que se hablaban con mucha precaución, con muchos silencios y eso siempre me dio mucha curiosidad. Veíamos como mi papá sufría por no poder volver a Guatemala, de hecho, lo pudo hacer hasta la firma de los acuerdos de paz, así como mis tíos y primas que también vivían en Costa Rica.

Eso ha marcado sin duda alguna mis decisiones creativas y los temas que he querido investigar. Muchos de los cortometrajes y mediometrajes que he realizado tienen que ver con la memoria, la nostalgia, la resiliencia, la dignidad. Ese interés lo heredé de mi historia familiar, también es una forma de entender y procesar mi relación con Guatemala.

Pamela Yates ¿QUÉ QUIERES QUE EL PÚBLICO NUYORQUINO Y ESTADOUNIDENSE APRENDA Y SE LLEVE DEL DOCUMENTAL?

Anaïs Taracena: Con el crew estamos muy felices, que la película se estrene en los Estados Unidos y que se exhiba en una ciudad como Nueva York. Queremos que la gente sienta una conexión con la película porque más allá de ser una película política es también es una película muy humana y sensible. Esta historia podría contarse en cualquier otro país que haya vivido una guerra o una alta conflictividad política y social. Nuestra generación, al igual que muchas generaciones en otros países, hemos crecido con muchos silencios y vacíos históricos entonces hemos tenido que reconstruir nuestras propias memorias. 

Finalmente, queremos compartir esto con el público de los Estados Unidos porque creo que la historia centroamericana y más específicamente la historia de Guatemala sigue siendo marginal en la narrativa histórica contemporánea.

Foto destacada: Anaïs Taracena filmando Elías Barahona dando su testimonio clave en el juicio de la embajada de España

Pamela Yates
pamela@skylight.is

Pamela Yates es una cineasta galardonado y cofundadora/directora creativa de Skylight Pictures, una compañía dedicada a crear largometrajes documentales y herramientas de medios digitales que promueven la conciencia de los derechos humanos y la búsqueda de justicia mediante la implementación de campañas de divulgación de varios años diseñadas para involucrar, educar y activar el cambio social.



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